miércoles, 2 de marzo de 2011

NIEVE EN LA CUNETA

Cuando la moto te gusta, cuando sientes que ir sobre dos ruedas es algo que te permite escapar de un mundo lleno de estrés, de malos rollos y de cotidianeidad absurda, nada te importa si no subir sobre tu moto y rodar, da igual las condiciones muchas veces, porque el beneficio, la satisfacción es muy superior incluso a los riesgos, que tomados con precaución y cabeza no son tantos.

Hace 15 días subimos al puerto de Mijares, en la provincia de Ávila, hasta llegar arriba la carretera es estrecha, casi de un único carril, llena de curvas a veces muy cerradas y en aquella ocasión con nieve en la cuneta. ¡Qué paisajes tan asombrosos! La verdad es que era una verdadera gozada mirar a tu alrededor mientras subías ese carreterín y ver, cuando la niebla lo permitía, la altura a la que estás, el paisaje nevado, la sierra rodeándote y mostrándose salvaje pero respetuosa.

El calor no me ha detenido nunca en un viaje sobre dos ruedas, pero desde luego el frío tampoco lo podrá hacer si la recompensa es ver algo así, porque realmente mereció la pena subir a más de 1500 metros, recorrer las interminables curvas y al final poder ver lo grande que es el mundo que nos rodea, todo lleno de carreteras por descubrir.