miércoles, 30 de diciembre de 2009

PARA TERMIANR EL AÑO

Como cada año, antes de que finalce 2009, he realizado un ritual que que ya es tradición para mi. Todos los años en diciembre, sobre el 30 o el 31, antes de la nochevieja, me gusta dar un último paseo en moto del año. Hoy he subido en ella, llené el depósito y me puse en marcha, es un paseo muy corto, pero muy importante. Subí a los molinos para despedirme del año.

Creo que muy poca gente puede sentir lo que yo siento cuando hago eso, desde luego estar allí arriba, sentir el aire, que esta vez era verdaderamente fuerte, y ver el paisaje de mi tierra, de La Mancha en su más pura expresión, llana y marrón, como lo es en esta época del año. Y mi moto, perfecta (para mi, evidentemente) bajo uno de los molinos, mientras el viento me mantiene de pié a pesar de estar inclinado y sin apoyarme y a pesar de estar inclinado unos 60 grados. Sentí la vida, sentí que el 2010 será un gran año, pero no ha sido el único indicio hoy de que eso va a ser así. Luego arranqué de nuevo la moto y bajé. muy lentamente porque el viento casi huracanado empezaba a ser peligroso, por el estrecho carreterín que baja hasta la carretera.

Tras la visita anual a los molinos quise hacer una visita también a alguien muy especial que lleva ya más de 7 siete años sin poder celebrar las navidades con nosotros, por eso también he querido despedir el año con esa persona. Durante esa visita sentí nuevamente que 2010 será el año definitivo. Ahora, ya estoy listo para celebrar la nochevieja con alegría, y esta vez no dejaré que nadie me la estropeé.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

SE ACERCAN LOS PINGÜINOS

Ya queda poco para la gran cita motera de España, y de Europa, porque son muchos los que llegan desde Portugal, Francia, y muchos otros países hasta la concentración invernal de Pingüinos, en Valladolid. Cada año retomamos todo aquello que muchos solo usamos una vez al año, como las mallas térmicas, el saco de dormir para frío extremo... la verdad es que son inversiones que he ido realizando poco a poco a lo largo de casi diez años.

Fue en el año 1995 cuando acudía por primera vez a esta cita, me había sacado el carné de moto en noviembre de 1994 y el sábado 14 de enero del 95 salía rumbo a Tordesillas, con nula experiencia en la conducción de motos y sin apenas haberme preparado, una cazadora de plástico, dos pares de vaqueros, uno encima de otros, y unos guates de invierno prestados salía para vivir mi primera gran expriencia motera. Recuerdo que nunca había pasado tanto frío como en aquella ocasión, pero la experiencia fue tan asombrosa para mi que desde entonces no he dejado de ir siempre que me ha sido posible, con la expcepción de algún año que el trabajao me lo ha impedido o la salud me ha amarrado a la cama.

El año pasado fue uno d elos peores en la hstoria de esta concentración, con nieve y mucho frío, y este lleva camino de seguir sus pasos, si no cambia mucho el tiempo de aquí al 7 de enero. Pero sea comos ea y salvo causas de riesgo mayor, allí estaremos, un año más, en la 29ª edición de esta cita que se ha convertido ya en toda una tradición para este que les habla. Este año, como el pasado, en Puente Duero, un barrio, o pedanía, de Valladolid, así que habrá que subir como siempre hasta Madrid por la A4, luego dirección a La Coruña por la A6 hasta Cercedilla, desde ahí a Segobia por la AP61 y desde Segobia por carreteras de la red secundaria hasta Cuéllar, Boecillo y Puente Duero

¡Allí nos veremos!