miércoles, 29 de octubre de 2014

Dos en la ruta

Siempre pensé que las rutas en solitario pueden estar bien y hasta ser necesarias en un momento dado, pero siempre con un compañero son mucho mejor. Lo que nunca imaginé es que esta ruta de la vida se iba a incorporar un compañero para seguirme allá donde yo fuera. Se llama, no podía ser de otra manera, Custom y es un atento aprendiz de motero.

Mi perro es todo un canalla que no si algún día aprenderá a subir en moto para acompañarme en mis viajes, pero lo que si se es que desde ahora ya no soy un solitario cuando acaba el viaje, ahora el final del viaje siempre será cosa de dos (sin cerrar las puertas nunca a una tercera parte) y las cervezas por la noche mientras veo un nuevo capítulo de SOA me van a estar mucho más buenas, aunque es cierto que ahora también he de compartir los costillares y las hamburguesas.

Este nuevo compañero ha de ser esa pequeña luz que guíe mis caminos  apartir de ahora, porque desde que compartimos piso os aseguro que sonrío mucho más.


Nueva chica en la oficina, se llama Dyna y es divina.

Todo un verano sin moto, mi vieja Evil Vir 76 tuvo una larga y fatal enfermedad, aunque no desisto de poder curarla en un futuro y permanece a buen recaudo mientras tanto. Lo cierto es que al final di el paso, no podía seguir sin moto, sin aire en la cara, sin mi única vía de escape de este asqueroso mundo, sin vida... Así que he decidio incorporar a mi día a día a una nueva compañera, una deseada desde hace años, un Street Bob recién salida del horno, 103 pulgadas cúbicas rezumando genio y figura por las carreteras de La Mancha que ya conoce.

Desde el pasado día 17 hay chica nueva en la oficina, se llama Dyna, una maravillosa Street Bob que me ha devuelto al menos 10 años, los que he rejuvenecido montándola estos días y los que pienso rejuvenecer aun en los próximos días, meses, años a sus lomos mientras el mundo pasa a mi lado sin detenerse para echarme encima más preocupación que la de mantener lleno su depósito.

Es cierto que he mantendio este blog un poco... bueno, bastante olvidado durante más de un año, pero entendrme, nuevas vivencias, la pérdida de la persona más importante de mi vida y el haberme quedado sin moto sobre la que recorrer carreteras hicieron que esta bitácora fuese lo que menos me importaba. Pero regreso, con el espíritu de Marti sonriéndome desde el cielo y con una máquina que ha de mostrarme mucho mundo aun, así que volverán las historias y las relfexiones moteras y esta vez puede que a alguno, en alguna ocasión, no les resulten tan simpáticas como hasta ahora.

Ráfagas y V'sss